Carmen Rojo, más conocida por Carmen de Lupe, destacó como cantante en Sudamérica desde los años cincuenta hasta 1982 cuando se retiró de su profesión tras una intensa vida sobre los escenarios y muchos triunfos y reconocimientos en su país de acogida. Esta cantante nació en Ponte do Porto y emigró a Venezuela con su madre en la posguerra. Siguió los pasos de su progenitora, dueña de una poderosa voz como recuerdan aún en su pueblo natal, y a lo largo de su vida artística actuó en las mejores salas del cono sur del continente americano, aunque la mayor parte de su carrera la realizó en Venezuela.
Carmen de Lupe recuerda con cariño la visita de cantantes y orquestas españolas, que le llevaban los aires de su país en la lejanía, pero sobre todo las actuaciones en el Escala de Caracas con Lola Flores, a quien estima como artista y como persona.
A la cantante porteña no le gustan nada los programas de la televisión en donde se meten con su amiga, ni tampoco que ataquen de forma despiadada a artistas que destacaron en los escenarios y que ahora están fallecidas y no pueden defenderse.
En su casa de Ponte do Porto guarda muchos recuerdos de su etapa americana, y entre ellas fotos con su amiga Lola, de la que cantó algunos se sus temas con especial cariño, ya que su especialidad era la canción ligera y española.
Carmen no descansa, y ahora forma parte del coro municipal de Camariñas, que el día 16 de este mes actuará en esta localidad al lado de otras tres masas corales. Por ello no se pierde un ensayo y sigue al pie del cañón con la ilusión de una joven principiante.
Carmen de Lupe forma parte de una familia de artistas, ya que además de su madre, cantante profesional, su tío Manolo Rojo fue bailarín y cantante en los años cuarenta, figurando en los cuerpos de baile de afamados